sábado, 6 de enero de 2007

El psiquiatra de Pancho Villa




No, no nos dejes. Ninguno de nosotros sabe qué va a hacer después de esto. Y que sea mentalmente rentable. Otra vez el miedo y el impulso a la fantasía; al escapismo. El rinoceronte verde que fuma habanos de licor y se atusa el pubis con un peine de Nopucid nos dice que ya son las diez de la noche. Queremos esa edad, sentir lo prohibido como un mundo y magnificar tetas, palabras gruesas y a Rodolfo Ranni desencajado y mal producido. Clase 74, a dormir!!!!!!

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