martes, 30 de octubre de 2012

Desde abajo.

Y vuelvo a quedarme acordonado, blanco, con una raja en el estuco. Es tarde en el trópico, pero no para los modernos. La niña se mira después de 18 años. Es lógico que corra. Deja fotos paradas y la saliva para que no se despeguen. Corre rápido. En el camino junta letras y animales. Y se parapeta. Desde abajo, como blanco, no puedo dejar de verla en buen estado.

2 comentarios:

Geraldine, dijo...

Qué paso cuando se miró en el espejo?...y tu vas corriendo tras ella...

Fasmid dijo...

No voy tras ella. Me distraigo. Y pasan años. Y está bien así.