En la Capilla del Amor encontró su veta monacal. Su prueba fuerte dio y se dio al principio. Reptó como protozoo flagelado durante 175 kilómetros paraguayos. Llegado a una costa hizo mohines a una monja mojada. Se fijó en sus movimientos, en sus pies de molde y en su muaré Santo. Nada quedó igual en su templo, seco y libre de pecado después de la arena.
2 comentarios:
usted es un illuminati!
vos tendrias que trabajar con capusotto papa¡¡
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