viernes, 19 de septiembre de 2008

EUCALIPTUS

El perro no encontró el palito. Buscó en sus instintos y le pareció que estaban completos. Rascó el terreno, desafió a las hormigas y amedrentó a unas ranas. Nadie vio nada. Detrás de un eucaliptus el esqueleto se reía acostado, con un palito erecto sobre su pelvis.

2 comentarios:

CC dijo...

Y todas se mearon un pokito... tierno muy tierno :)

Martín Passini dijo...

libro. libro. libro.