FORMA DE GATO

SU CALAVERA TREPÓ CARNE Y PIEL Y ASÍ ANDUVO TRES MESES, BLANDO POR DENTRO Y MUERTO POR FUERA. SE SINTIÓ MEJOR CASI TODO EL TIEMPO. NO CUANDO SE ACORDABA QUE DEMORÓ UNA LIMPIEZA DENTAL Y UNA CORONA.
FOTO, EL PERRO QUE ALOJABA EN SU CASA, LO MIRÓ CON MENOS RESPETO DESDE ESE DÍA. FIJAMENTE SIEMPRE, PERO CON MENOS RESPETO. LUPA, SU AMIGA DE PANTORRILLAS TALLADAS LE DIJO QUE LO DE FOTO ERA HAMBRE, NADA MÁS.
LA ESCUCHÓ, PERO EN VEZ DE CONTESTARLE ADAPTÓ UNA CANCIÓN Y LE PREGUNTÓ QUIÉN IBA A BESAR SU BOCA DE DISEÑO CUANDO ÉL SEA VIENTO. LUPA SE ASUSTÓ. ACHICÓ SUS LABIOS Y SE RIÓ, LIBRANDO TODO A UNA BROMA. PERO LA CALAVERA NO LA DEJABA ESTAR SEGURA. SER AMIGA SE PONÍA DIFÍCIL. SE AGACHÓ DISCRETAMENTE Y ABRIÓ UNA ALACENA, TODAVÍA CON LOS LABIOS RETRAÍDOS. SACÓ LA CENA DE FOTO Y SALIÓ AL PATIO, RELAJANDO LA BOCA. LLAMÓ AL PERRO Y MIENTRAS ECHABA EL ALIMENTO SOBRE UN PLATO CON FORMA DE GATO, NOTÓ QUE ESTABA EXCITADA. MOJADA. SE DIO VUELTA Y VIO A CALAVERA FUMANDO SENTADO SOBRE LA MESADA. DESDE LOS HUECOS DE HUESO ASOMABAN LOS OJOS DE TORI. LOS DE SIEMPRE. PERO ALGO HABÍA CAMBIADO. ELLA ESTABA MÁS MOJADA. Y TORI, MÁS MUERTO, HABÍA EMPEZADO UN CORTEJO INTENSO Y LÚGUBRE. FOTO NO HIZO CASO A LA COMIDA. SEGUÍA MIRANDO A CALAVERA DESDE ATRÁS DE UNA PANTORRILLA TALLADA.
IBA A SER UNA CADENA ALIMENTARIA DIFÍCIL DE RESOLVER ESA NOCHE.