miércoles, 16 de abril de 2008

Traslado

El traslado de Sato fue denso y emotivo. Retrocedió mil doscientos casilleros. Dijo del acontecimiento la cronista Funny Mandelbrot: "Satori se acercó,pero era desprolijo y alunado. Hizo bien."
Recluído y sin respuesta se agrandó en el pasillo. Nadie agregó. Una década sin sumas. Todo por amor. Nada con sentido. Nada y disculpas a los enlaces. La vuelta no fue muy rica. Perfumes baratos y dinámicas aburridas. Pervivencia mayúscula con licenciadas escondidas y húmedas. Siempre. A trabajar. Sin abusarlo.

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