Zachek Ringe tarabajaba en la oficina federal de investigación hasta que le dio aquel infarto en la calle Bouchardo. Nadie daba crédito a su circunstancia. Una salud de hierro minada por gracia de su fijación extraterrestre.Los venusinos le dijeron aquella noche de abducción:-"No andes jodiendo con lo nuestro", y desde una tarde roja desértica no pudo respirar de la misma forma. Antes de caer en Bouchardo, Ringe pensaba en aquellas seis tetas asimétricas, azules, colgando enamoradas.
Se lanza Quirinux 2.0
Hace 1 día
1 comentario:
Uh... yo no sé si es por la hora o qué, pero no entendí mucho...
Me gustó (y entendí) hasta "... y desde una tarde roja desértica no pudo respirar de la misma forma..." pero lo de las tetas azules me mandaron al carajo.
Gracias por visitar mi blog che, un besito.
Publicar un comentario