miércoles, 15 de noviembre de 2006

pump up the poplamb

Secó al cordero con una corbata, le dijo que no volviera a bañarlo y, celoso, culpó al cordero pero no volvió a acariciar al bañante, que se despejó en una sopa y respiró todo lo que pudo y cuando levantó la cabeza, miró al celoso y supo que seguiría bañando al cordero.

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